TESTIMONIOS

(fragmentos)

LA METODOLOGÍA

“Me sacan al bebé y se lo dan a mi suegra. Ahí me golpean, arrancan el teléfono, me ponen el pullover en la cabeza, escucho gritos, le pegaban a mi marido. Siguen los gritos, los insultos, los golpes, me tiran en el piso de un auto, comienzan a decir que a mi marido no lo iba a ver más.”

“Una noche nos ponen grillo con grillo, nos encapuchan y a punta de pistola nos suben a un camión, yo pensé que nos iban a matar. Nos llevaron un tiempo en ese camión, se escuchaban llantos, pero silenciosos, teníamos prohibido hablar, teníamos miedo, la gente se orinaba encima. Nos bajaron en un lugar, pregunté ‘¿dónde estamos?’, ‘estás en el Olimpo, éste es el lugar de los Dioses’ me dijeron.”

“Todas las circunstancias de la vida interna, las condiciones en las que estábamos, demuestran que, evidentemente, se trataba de una metodología que se la había enseñado, era una forma de actuar estudiada, tanto en la tortura como en el tratamiento cotidiano.”


LAS CONDICIONES DE VIDA

“Era absolutamente frío o caluroso. Cuando caí nos moríamos de frío, era un pozo sin calefacción, estábamos desnudos, el frío fue tremendo. En verano hacía un calor terrible, no se podía respirar, era un sótano lleno de gente, un olor nauseabundo, un desastre, olor a sudor y desinfectante, estaba todo impregnado de sufrimiento y dolor, los colchones podridos.”

“Era un lugar precario, húmedo, frío, sucio, viejo, había en el mejor de los casos colchones en el piso, algunas mantas, un caño con agua fría, no nos bañamos prácticamente en los 20 días, algunos aseos nomas.”

“La vida diaria en el Campo era una tortura permanente, una tortura psicológica para todos, la tortura no era solamente la picana, la porra de goma, el submarino seco, la vida diaria era una tortura.”

“No se podía realizar ninguna acción humana, no de podría reír, no se podía llorar. Se castigaba cualquier expresión de sentimiento humano. El castigo era una regla frente a cualquier actitud de expresar un sentimiento.”

“No se podía tener ningún tipo de sentimiento, ni reir, ni llorar, nada que pudiese perturbar. Esto es típico de las políticas de shock, atemorizar permanentemente personas.”

“Desde el momento del secuestro la persona está en un estado de indefensión, la persona deja de ser persona, ahí empieza la tortura que dura hasta la liberación, y después aún, ya que el miedo continúa.”

“Nos hacían escribir en un papel la historia de nuestra vida, también quedaba en ese papel escrito nuestro nombre, nuestro apellido, nuestra identidad. Nos sacaban todo.”

“La tortura era estar ahí adentro, los gritos, el olor, los llantos, las circunstancias que se vivían ahí era un estado de por sí terrible, las humillaciones permanentes, las cadenas en los pies, el tabique, la imposibilidad de comunicarse…. La vida cotidiana era terrible, ingreso y egreso de gente, gritos de tortura, ése era el sonido frecuente que uno podía escuchar.”

“Estábamos muy sobresaltados por los vestigios y los ruidos de los interrogatorios que se hacían, la gente que se quejaba, las torturas que se aplicaban, los tratos descomedidos, brutales, las palizas, la desconsideración total.”

“Era una forma más de tortura, lo hacían como una forma de tortura psicológica, lo hacían para que escucháramos, en el caso de Cristina Carreño fueron noches y noches de escucharla gritando.”

“En la Leonera estábamos los que estábamos en proceso de interrogación. Ahí se escuchaban permanentemente los gritos de los torturados, llevaban gente arrastrándola y la tiraban ahí.”

“Al pasar a un tubo comenzó un segundo tipo de vida en el CCD. Estaba sólo, aislación total, fue tremendo.”

“Luego del período de tortura empezó la dura vida en las celdas. El tiempo transcurría con los ojos vendados, engrillados, con la puerta siempre cerrada, y saliendo una o dos veces por día para ir al baño.”

“A la mañana te hacían hacer el trencito, te llevaban al baño con los grilletes, los represores se burlaban, te insultaban, te manoseaban. Era una actitud de humillación permanente.”



LA TORTURA ENTRE LAS TORTURAS

“En ese momento, durante la tortura lo único que uno quiere es morirse, es la única forma de salir de ese sufrimiento.”

“Una empieza a sentir determinadas cosas en el cuerpo, se llega a un momento en el que se piensa que es el fin, no solo por el dolor, que es insostenible, imposible de transmitir. Cuando se siente el olor a carne quemada uno se pregunta dónde es el límite de esto, y el límite es el del torturador.”

“Me pusieron una bolsa de plástico en la cabeza y me ahogaban, cuando veía todo negro, me largaban y empezaban otra vez, lo llamaban el submarino seco.”

“En un momento yo ya no reaccionaba a la picana, estaba más allá de todo límite humano, uno ahí dice ‘paren, paren que se queda’. Ahí paran y me tiran al suelo, intentan que reaccione, me preguntan si estaba bien.”

“Ellos eran los dueños de la vida y de la muerte, y durante la tortura tomaban todos los recaudos para mantener a la persona con vida para poder seguir torturándola. Primero me rompieron un tímpano, luego a causa de haber estado colgada de un caballete durante horas y horas se me hizo un absceso en el brazo. Y cada vez que era necesario me llevaban a enfermería para curarme y luego seguir torturándome.”

LA COMIDA

“La comida no alcanzaba a cubrir las necesidades básicas, todos perdimos peso. Algunos días se pasaba mucho hambre.”

“La comida era una porquería, una basura, a veces eran pedazos de cascotes de polenta, uno deja de comer 2 o 3 días, pero después se termina comiendo esa basura, que te dieran un pedacito de pan era un manjar.”

“La comida era asquerosa. El hambre era desesperante. Uno esperaba todo el día que llegara la comida y a veces la veía irse sin poder probar bocado porque estaba hirviendo. Y entonces empezaba a esperar nuevamente hasta que llegara la próxima vez....”

UN ENSAÑAMIENTO ESPECIAL

“Se decían nazis, había un ensañamiento especial con los judíos. Había castigos físicos que estaban sólo reservados para ellos.”

“Se hacían cosas horribles como sacar a los prisioneros de las celdas, y reventarlos a cadenazos. Esto era no solo para las víctimas que eran golpeadas en ese momento, sino para todos los que estaban en las celdas y escuchaban los gritos, porque no sabían cuándo les iba a tocar a ellos, si es que les tocaba.”

“Un grupo de 7 u 8 prisioneros somos puestos en la ronda, nos dan un papelito a cada uno, el que sacaba la palabra ‘paliza’ era castigado. Un detenido, no recuerdo el apodo, sé que pertenecía al ERP 22 de agosto, es brutalmente castigado, todavía al día de hoy siento lo gritos de este muchacho.”

“Después de una ‘función de teatro’ en el “Olimpo”, se cierran todas las puertas de los tubos, entra un grupo de guardias, aparentemente un poco tomados, y hacen abrir una de las celdas, en la cual había una pareja, los hicieron salir y pelear entre ellos, duramente. Como los guardias no estaban conformes por el nivel de violencia de la pareja, los cagaron ellos a cadenazos, los dejan muy maltrechos y los vuelven a la celda.”

EL TRASLADO

“Primeros días de diciembre hay una tensión en el Campo, se comentaba que iba a haber un gran traslado. Empiezan a llamar por códigos, se fueron una fila muy grande, por lo menos el sector en el que estábamos nosotros quedó vacío. Fue un momento muy tenso, de mucha intensidad y mucha emoción. Los trasladados nos decían que nos íbamos a ver afuera, que tuviéramos fuerza. Se escucha ruido de motores, el Campo quedó semivacío.”

“Nosotros al principio pensábamos que era posible que los compañeros realmente salieran en libertad. Lo que nos hizo dar cuenta de la realidad fue que dejaban la ropa y los zapatos. Después, costaba mucho ponerse la ropa de los compañeros, porque era la ropa de gente que uno sentía que habían matado, en algún punto sabíamos que los habían matado, lo negábamos para poder vivir día a día, pero se sentía el olor a muerte.”

“El día del traslado era un día especial. Había un silencio sepulcral, encerraban a todos los detenidos-desaparecidos en las celdas e incluso quedaba muy poco personal de ellos. Se decía que se llevaban a la gente a granjas de recuperación, de trabajo. Luego supimos que
el traslado significaba la muerte.”

AUDIOVISUALES

MIGUEL D'AGOSTINO
Fragmento de testimonio en Juicio a la Juntas militares (1985)
Fragmento de testimonio en la Película "Juan, como si nada hubiera sucedido" (1987)

   

DELIA BARRERA, ANA CAREAGA, CÁRMEN LAPACÓ, RICARDO PEIDRO, JORGE AIZENBERG, MARCELO MORENO
  

2 comentarios:

Estela dijo...

Mi hermana Lilian estuvo en ese lugar. Quisiera poder contactar a alguien que la haya visto. Sigue desaparecida.

Eladio González dijo...

El museo histórico Ernesto Che Guevara homenajea en el día internacional del detenido desaparecido al doctor Mario Gerardo Yacub Cherbín. Al momento de su secuestro en 1976 Yacub vivía con su esposa e hijos en la calle Espinosa 1457 de Caballito, CABA. En esa misma casa Irene Rosa Perpiñal y Eladio González, que la habían adquirido por 1980 (a un sastre) fundaron en 1992 la escuela de solidaridad con Cuba CHAUBLOQUEO y el primer museo suramericano en homenaje al guerrillero heroico. Mi teléfono es 5 3720744 me llamo Eladio González me apodan Toto. El museo lo tenemos en calle Rojas 129, esq. Yerbal CABA.